El Nombre oficial que figurará en su pasaporte, a los efectos de que nos dejen atravesar juntos con él los aeropuertos fronteras y aduanas que LaJefa y yo solemos sortear todos los años, será Pumpkin (pronunciado pʌmpkɪn), que significa calabaza a secas.
Cuando estemos en Buenos Aires, a las personas interesantes (dígase interesantes a las personas con la infancia tierna todavía, tipo Bruno o Alejo o Laruchis… No sé si Lara también, que es ya muy mocita…) les diremos que su nombre es Zapallito, pero que nosotros lo llamamos Zapi.
En Lanzarote su nombre será Calabacita, pero Andrea (7) y sus primos Rodrigo (8), Daniel (4) e Inés (2), seguro que lo van a llamar Kali. (Temo que Inés lo nombrará como pueda, la criaturita).
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1 comentario:
Hola papi:
Gracias por presentarme en sociedad.
El único problema es que mamá dice que, en la Argentina, los zapallitos son verdes...
Y yo soy muy chiquito como para andar tiñiendome.
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