Bueno, a dos de los hogares. Es que esto del triángulo a veces es confuso.
Dos meses y medio en Buenos Aires. La fabulosa suerte de haber estado allá justo para ver la nieve, y la vuelta a Chicago, a Arrecife y al trabajo espeluznante.
A ver qué nos depara este año en nuestras vueltas por el mundo.
No se pierdan, en unos días, la película de la nevada en Buenos Aires. (Espero que se vea al menos un copito)
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